lunes, 9 de marzo de 2009

Noticia:

Desafía al canciller

Señor canciller, hablemos de manera ecuánime, dice embajador.
El ex canciller Manuel Rodríguez retó ayer al canciller José García Belaunde a un “debate alturado” sobre el carácter inconstitucional e inequitativo para nuestro país del Tratado de Libre Comercio firmado entre Chile y Perú, el mismo que entró en vigencia el pasado domingo.
“Como este es un asunto de significación nacional y el debate es una expresión de la democracia, yo invito al canciller García Belaunde a discutir, debatir alturadamente, en la televisión, si el Tratado de Libre Comercio con Chile requiere o no la aprobación del Congreso, si contiene o no cláusulas anticonstitucionales y si es equitativo o no para las inversiones peruanas en Chile”, manifestó.
"Es evidente que el gobierno tiene una orfandad muy grande en materia jurídica y mayor en Derecho Internacional. Y por allí puede estar la causa y el origen de esta grave situación”, dijo Rodríguez, embajador de carrera y ex ministro de Relaciones Exteriores.
“El canciller García Belaunde insiste en soslayar la Constitución del Perú, en ella no se señala que los acuerdos derivados del Tratado de Montevideo de 1980 no deban ser aprobados por el Congreso. Debería sustentar la posición del gobierno con la Constitución en la mano”, remarcó.
Rodríguez es el más implacable crítico del TLC con Chile, porque, como ha escrito en varias columnas publicadas en LA PRIMERA, ese tratado no respeta la legalidad peruana y otorga preferencias al país sureño en desmedro del Perú.
El embajador Rodríguez Cuadros afirmó que “la negociación, suscripción y puesta en vigencia de tratados de libre comercio es conveniente para el país siempre que se cumplan tres condiciones: 1) Que el procedimiento utilizado para su aprobación y ratificación no viole los artículos 56 y 57 de la Constitución. 2) Que no contengan cláusulas que establezcan obligaciones anticonstitucionales. 3) Que las obligaciones contraídas en sus cláusulas sean equitativas, resguarden los intereses del Estado y la sociedad y no sean discriminatorias contra las empresas peruanas”.
“Estos son los requisitos mínimos. Por cierto, una buena negociación debe ir más allá y maximizar los beneficios dentro del riguroso cumplimiento del principio de legalidad. Lamentablemente, el TLC con Chile no cumple con estos tres requisitos mínimos de legalidad y resguardo de los intereses del Estado y las empresas peruanas”, aseveró.
Se saltaron el Congreso
Respecto a la necesaria aprobación por el Parlamento del Tratado de Libre Comercio con Chile, el embajador Manuel Rodríguez Cuadros opinó que “sí debió pasar por el Congreso”.
Contra la opinión del canciller José García Belaunde, Rodríguez Cuadros dijo que “si el TLC con Chile fuese un acuerdo que ejecuta obligaciones ya contraídas en el Tratado de 1980, no sería necesaria la aprobación del Congreso, pues éste ya las habría aprobado ese año. Pero esto es falso de toda falsedad”. Añadió que “el Tratado de Montevideo de 1980 no establece una definición del territorio nacional, ni un programa de liberación para establecer el libre comercio. No existe ninguna cláusula que se refiera a las obligaciones que regula el TLC con Chile”. “Yo fui uno de los redactores de ese Tratado, que es un acuerdo que ni siquiera establece como objetivo una zona de libre comercio, sino sólo un área de preferencias arancelarias. El Tratado de Montevideo de 1980 no establece una definición del territorio nacional. Tampoco un régimen de inversiones ni de solución de controversias”, indicó.
Tratar de esta manera el Tratado de Montevideo, explicó Rodríguez Cuadros, “es tratar de mezclar el agua con el aceite, que si en química es imposible, en derecho es doblemente imposible”.
Fuente: 4 de marzo de 2009